viernes, 20 de abril de 2012

El árbol del conocimiento (Maturana)

Rara vez en el siglo XX se han escrito libros como "El árbol del conocimiento". Más que un libro, un tomo de extraordinarios dibujos y formulaciones a lo largo de cientos de páginas.
Justo en el Siglo donde se viene a formular todo lo relativo al Posmodernismo, que por supuesto tiene doctrinas filosóficas homólogas anteriores a lo largo de todos los siglos (Ej: Pirronismo, en el Siglo I!), aparece un libro que le da al Posmodernismo su justo valor.
Sólo habiendo llegado el hombre a formular el Posmodernismo en el Siglo XX, vale decir a determinar un giro de rosca tal que implique el relativismo moral e intelectual actual, debió aparecer un libro que, demasiado ignorado hoy, sí hace del Posmodernismo algo valioso.

El árbol del conocimiento comienza con una cómica historia acerca de un hombre que se acerca a una jaula de zoológico, donde aparece la inscripción: "Aquí está el simio más peligroso".
Al acercarse (zoológico real en Norteamérica) nota que en esa pequeña ventana enrejada -hay en realidad un espejo-, dando cuenta de cuán peligroso y devastador es ese simio homínido del hombre.
Amén del primate simiesco del hombre, tema apasionante para la Antropología, vienen a analizarse las variables por las cuáles -nos olvidamos de nosotros mismos-, de nuestra propia imagen, en esto de juzgar a los demás.
Neurología, Psicoanálisis, también Antropología e incluso pequeñas incidencias con ciencias como la Ëtica y hasta la Astronomía, hacen de este libro un tesoro imperdible, que nadie debería dejar de leer si tuviera que leer tan sólo un puñado de libros.
"Unidades autopoiéticas", dice el autor, es decir que somos como submarinos llenos de botones internos a través de los cuáles sí interpretamos la realidad, en esto que es un subjetivismo bien fundado.
¡Cuánto de nosotros mismos, nuestros cielos y nuestras miserias, creemos ver en el exterior!... sólo en libros como éste (si es que hubiera otro), el Posmodernismo viene a obtener un trono de honor en el pensamiento humano, lejos del infantil: "yo digo/hago/soy lo que quiera" (al menos si es Tarzán).

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